Lo
que todos queremos
El salmo
comienza con la palabra: “Bienaventurado”,
término que se puede traducir también dichoso o feliz, de esta frase
deducimos que hay personas felices, y que hay condiciones para que un individuo
sea feliz.
Aristóteles
decía, “todos estamos de acuerdo en que
queremos ser felices pero en cuanto intentamos
aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias”, esto lleva a peguntarnos ¿Que es ser feliz?, ¿Es lo mismo para todos?
veamos ..
Para Aristóteles era el bien supremo
(llama así a la vida virtuosa y el desarrollo personal)
Para I. Kant la felicidad "es el estado de un ser racional en el
mundo, al cual, en el conjunto de su existencia, le va todo según su deseo y
voluntad"
Para
Spinoza esta en el dar y en el que dar, dice
“la clave de la
felicidad está en dar con aquello que me hace crecer, y evitar aquello otro que
me empequeñece”
Nietzsche habla de dos clases de
personas y dos clases de felicidades: las primeras son los mediocres donde su felicidad es una vida cómoda y placentera
y la otra clase felicidad es la de los
poderosos que enfrentan retos, que así aumenta su fuerza vital, produciendo una
vida atractiva deseada, no ausente del dolor y el sufrimiento que él considera
inevitable.
Paulo Coelho en “El alquimista” nos dice:
“cada edad tiene su propia medida de
felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor,
bondad, reconciliación, perdón y donación total…. Ser Feliz, es una actitud”
Esto nos debe llevar a pensar ¿Qué me hace o que me haría feliz?, tener
¿qué cosas?, ser ¿de qué manera?, vivir ¿de qué forma?. ¿Cuál es tu definición
de felicidad?
El Sal. 34:8 nos dice “Gustad, y ved que es bueno Jehová; FELIZ el hombre que confía en él”, esto da a entender que la felicidad se produce cuando un hombre o una mujer tienen su apoyo y
esperanza colocada en Dios, porque
adquirieron el requisito elemental de la felicidad, “la confianza en
Dios”.
Porque en 1° lugar uno intenta
vivir cerca de la persona en la que confía, porque se siente seguro y se
siente bien. Y en 2° lugar porque el estar junto a alguien, nos mimetiza,
influye y asemeja a esa persona, adquirimos los mismos gustos, disfrutamos de
las mismas cosas, anhelamos lo mismo.
Alguien escribió "cada
hombre tiene un tesoro que lo está esperando" y lo tenemos
en Jesucristo, él puede enseñarnos a
caminar en felicidad, hacia una dimensión diferente, cambiando nuestro
presente, reparando nuestro pasado, en definitiva construyendo Junto a él, un
horizonte de felicidad. Podemos comenzar hoy a alcanzarlo si entendemos
que “Feliz es el hombre o la mujer a quien Jehová no culpa de pecado”. Sal.32.2.
Departamento Espiritual -
E.C.E.A.
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